Esta es una etapa de gran actividad sensorio-motriz, centrada en la exploración, manipulación e imitación, y en un interés profundo por la relación con los otros y con los objetos.
La relación afectiva, de seguridad y confianza que brinda el docente (adulto referente) permite que las niñas y niños puedan desarrollar sus proyectos de juego y exploración en un clima contenedor y de gran autonomía.
Jerarquizamos el momento del cambiado de pañales para generar un verdadero intercambio, donde las iniciativas de los niños y niñas y la mirada y acompañamiento del adulto favorezcan un intercambio fluído, placentero y de confianza.
Generamos condiciones que respeten los tiempos de maduración de cada niña y niño en cuanto a satisfacer el placer por el agua y el contacto manual con diferentes sustancias. A su vez, combinamos con experiencias corporales para favorecer la expresión y la comunicación.
La variedad de objetos que los niños y niñas encuentran en la sala estimula un verdadero desarrollo cognitivo satisfaciendo los intereses y preguntas que los niños se formulan.
Propiciamos situaciones para que los niños encuentren maneras de exteriorizar lo que necesitan y desean, interviniendo activamente ante los conflictos que pueden sucederse y cuando aún “lo mío y lo tuyo” está en plena construcción.